Libertad de expresión
La Asociación de Profesionales del Hospital de San Isidro organizó una mesa redonda el 11 de Agosto para discutir la instalación de alta complejidad y el uso del espacio
edilicio ocioso del Hospital. Los invitados eran el Secretario Municipal de Salud Pública, la Lic. G. Ocaña, el Dr.Aldo Neri
y yo mismo.
Nos sorprendió que la reunión se realizara en un aula precaria inadecuada para la proyección
de diapositivos y para contener la numerosa concurrencia. El Presidente de la Asociación Dr. Mercade nos hizo saber que la
reunión había sido prohibida por el Director y que sólo los dos ultimos invitados estarían presentes. También que por orden
de la Dirección escribanos estaban tomando nota de los médicos presentes.
Mi disertación concorde con opiniones repetidamente expresadas se dedicó a recomendar
la preservación de los ideales tradicionales del Hospital público y la implantación del funcionamiento completo no menor de
8 Hs./día, sin el cual no se justificaba la gran inversión realizada por los
contribuyentes del municipio. Por su parte el Dr. Neri reseñó la historia del desarrollo del Hospital Público argentino desde
1946 en que Ramon Carrillo concibió e intentó construir un sistema nacional de salud basado en la construcción de 25 edificios
en todo el país.
No encuentro explicación para la censura previa a la libre expresión de un distinguido
sanitarista, actual Diputado Nacional y ex Ministro de salud Pública del gobierno del Dr. Alfonsin, tanto como a la mía que
he dirigido 2 hospitales nacionales durante 42 años. Es posible que la seguridad de que recomendaría el funcionamiento completo
y prolongado, un tema “tabú” que no menciona casi nadie, así como vigilar que la función hospitalaria no se desnaturalice
a través de concesiones privadas haya sido la causa?.
Las opiniones vertidas
son personales y no necesariamente expresan las de las instituciones a las que pertenezco.
Dr. Aquiles J. Roncoroni
Profesor Emérito de Medicina. UBA.
Miembro de la Academia Nacional de Medicina.